La marplatense, con raíces sanjuaninas, hizo historia al convertirse en la primera “lucky loser” en llegar a octavos de final en Wimbledon –era en curso–. Ahora, el torneo pidió su raqueta y ropa para exhibición permanente.

Solana Sierra, de 21 años y actualmente 101° del ranking WTA, culminó una actuación brillante en Wimbledon: ingresó al cuadro principal como "lucky loser" y llegó a octavos de final, un logro sin precedentes en la Era Abierta. En ese recorrido superó a Olivia Gadecki, Katie Boulter y Cristina Bucsa, antes de caer frente a la alemana Laura Siegemund, de 104°, por 6 3 y 6 2 .

En reconocimiento a su rendimiento histórico, los organizadores del Grand Slam londinense solicitaron la donación de una de sus raquetas y la indumentaria utilizada en octavos, que pasarán a formar parte de las colecciones del Wimbledon Lawn Tennis Museum. Así, su legado se preservará junto a objetos emblemáticos del torneo, desde trofeos hasta piezas históricas de la época victoriana.

Con este hito, Solana Sierra dio un salto sustancial en su carrera: su presencia en el museo se suma al enorme avance en ranking (rumbo al top 75 tras su participación) y a su rol como la mejor raqueta argentina actual, reafirmando que su historia en Wimbledon transformó para siempre su desarrollo profesional.