Fotos: Osvaldo Noguera

En una nueva emisión de Ojo Deportivo, el ciclo que se transmite todos los jueves de 19 a 21 por el canal de YouTube de Bajo La Suela SJ, recibimos a una de las referentes del hockey sobre césped sanjuanino: María Victoria del Carril.

Durante la entrevista repasamos su gran presente deportivo, su experiencia con Las Leonas, y el significado que tiene el hockey en su vida. Además, compartimos anécdotas divertidas junto a sus amigas y compañeras de equipo Luchi Agudo y Federica Castro, que aportaron risas y momentos descontracturados. Una nota para conocer más de cerca a una deportista que representa con orgullo a San Juan.

Un año cargado de hockey y sueños

El 2025 viene siendo un año intenso para María Victoria del Carril, tanto en lo deportivo como en lo emocional. Con la camiseta de la Universidad Nacional de San Juan, Las Patitas, disputó varios torneos clave a nivel local y nacional.

“Hicimos una buena pretemporada, jugamos la Superliga donde quedamos muy cerca de entrar al Top 8. En Mendoza llegamos hasta cuartos, y ahora el 27 de julio vamos por la final del torneo local. Venimos de perder dos finales… ojalá esta vez se nos dé”, resume con ilusión.

Más allá de los resultados, su constante es el compromiso. Entrena a diario con su club y también de manera personal. Esa entrega silenciosa fue la que la llevó, inesperadamente, a recibir un mensaje que le cambió el año.

El llamado del entrenador de las Leonas que la sorprendió en medio de las vacaciones

“Estaba de vacaciones con mi familia y me llegó un mensaje del entrenador de Las Leonas. Yo ya lo conocía por el proceso con Las Leoncitas, pero no me lo esperaba”, cuenta sobre aquella convocatoria para sumarse al proceso de Las Leonas tras los Juegos Olímpicos de París 2024.

El cuerpo técnico la había observado en un torneo jugando para Popeye (Salta), y decidieron sumarla al nuevo ciclo. “Tuve que cambiar el vuelo y viajar directamente a Buenos Aires. No llegué ni a pasar por San Juan”, recuerda.

 Un debut lleno de nervios… y aprendizaje

El primer día entrenamiento fue una mezcla de ansiedad, adrenalina y emoción. “Llegué muy temprano al hotel, por suerte me encontré con dos chicas que ya conocía. Caminamos juntas al Cenard. Eso ayudó”, relata. Pero dentro de la cancha, el nivel era otro.

“Tenés muy poco tiempo para mostrarte. Es mucha presión porque te están mirando todo el tiempo, no es como jugar con tus amigas del club. Pero traté de disfrutarlo, porque sé que no todos tienen esa oportunidad”.

El proceso duró un mes y medio, viajando entre Buenos Aires y San Juan. A pesar del ritmo exigente, Vicky asegura que se quedó “tranquila y conforme” con lo que dió.

 El contacto con referentes de Las Leonas… y el espejo del interior

Uno de los aspectos más positivos fue el grupo. “Había muchas nuevas, muchas del interior, eso ayudó. Adentro de la cancha se siente la diferencia, la intensidad, el físico y la cancha de agua. Pero el grupo fue muy cálido”, destaca.

¿Sueña con volver? Sí. ¿Se desespera por eso? No. “No me pongo esa presión. Entreno como siempre. Si llega otra vez, la voy a disfrutar. Sé que es más difícil desde San Juan, pero no imposible”.

Familia, decisiones y amor por el deporte

La pasión por el hockey tiene historia en su familia. Su tía, Cecilia del Carril, también fue parte de Las Leonas. “Hablamos mucho. Ella vivió lo mismo y me dio consejos tanto deportivos como personales”, cuenta.

Antes de dedicarse al hockey, también jugó al tenis en el Club Hispano y practicó patinaje artístico. “Nunca me arrepentí de haber elegido el hockey. Es mi lugar”, asegura.

 “No me imagino lejos del hockey. Cuando no jugamos, siento que me falta algo”, confiesa.

San Juan, el hockey local y los pasos que faltan

Vicky también reflexiona sobre el crecimiento del deporte en su provincia. “El hockey en San Juan ha crecido mucho. En el torneo de selecciones perdimos por detalles, pero el entrenador de Las Leonas me dijo que se sorprendió con nuestro nivel”, cuenta con orgullo.

Pero también es crítica cuando hace falta: “Necesitamos una cancha de agua para seguir creciendo. Es clave para dar ese salto de calidad”.

Entre entrenadores, pretemporadas y gratitud

Habla con respeto de todos los técnicos que la acompañaron, pero menciona a algunos con énfasis: Misael Flores y Juan Pablo Agudo, entre otros. “Todos me inculcaron algo. Les estoy muy agradecida”.

Y aunque sonríe al recordar sus inicios, no se olvida de las partes más duras. “Las pretemporadas son lo peor. Hacés mucho físico y poco hockey, jaja”, dice entre risas.

María Victoria del Carril no necesita promesas grandilocuentes ni medallas para seguir entrenando. Su amor por el hockey, su sentido de pertenencia y sus sueños la mantienen firme. Sabe que el camino no es fácil, pero también que el talento y la convicción no entienden de códigos postales.