Gran entrevista este jueves en Ojo Deportivo, donde el excelente deportista sanjuanino repasó su carrera y su actualidad.
El kayakista Maxi Montoya respondió todo: su recorrido en la disciplina, su rol como entrenador internacional y los desafíos de impulsar el freestyle desde San Juan.
Una pasión nacida en el agua y una ola que cambió todo
“Arranqué con el kayak a los 16, 17 años. Veníamos del triatlón y sumamos el kayak para carreras de aventura. Al principio no sabíamos ni salir del bote: pasamos años tragando agua boca abajo”, recordó entre risas. Ese comienzo improvisado fue el primer paso de una carrera marcada por la dedicación.
Montoya se formó en la ola artificial ubicada bajo el Dique de Ullum, uno de los pocos spots de este tipo en Sudamérica: “Todo lo que hay ahí es artificial, construido con cálculos de un ingeniero. Cada año hay que mantenerla, reconstruir. Pero tener un lugar así, con agua constante y libre, es una joya”.
Entre el alto rendimiento y el compromiso por enseñar
Luego de competir en mundiales, Maxi encontró un nuevo motor en la docencia internacional: “Estuve en Alemania como entrenador de un programa que lleva chicos de todo el mundo al Mundial. Tuve pibes de Uganda, India, Chile, Perú… Me devolvió las ganas de competir. Ahora puedo ser entrenador y atleta a la vez”.
Desde hace un tiempo, combina ese rol con la gestión del parador en el Kayak Club San Juan: “Estoy metiéndole muchas horas al parador. Lo mantenemos en invierno para que esté impecable en verano. Queremos que más gente lo conozca y se sume al freestyle”.
El sueño de un nuevo Mundial y el desafío de crecer
Montoya es claro al hablar del potencial sanjuanino: “Hasta hoy se sigue hablando del Mundial de San Juan. Fue espectacular. La ola sigue funcionando igual. Queremos organizar algo en enero: un sudamericano, panamericano o evento internacional. Pero falta apoyo, estamos empujando”.
A la vez, reconoce las dificultades del deporte: “El freestyle es muy difícil. Muchos padres tienen miedo porque los chicos están mucho tiempo bajo el agua. Pero es un deporte increíble, que te exige todo: fuerza, equilibrio, cabeza”.
Juegos Olímpicos y un deseo intacto
Sobre el futuro del freestyle kayak en el olimpismo, Maxi explicó: “Hubo exhibiciones en Londres y Río. Hoy está el kayak extremo, que es más de carrera. Pero el freestyle tiene mucho potencial visual. Ojalá llegue. Sería un sueño”.